BOSQUEJO: USANDO TODAS LAS COSAS PARA MI BIEN

30 Sep , 2013 Outline

SEMANA DEL 30 DE SEPTIEMBRE AL 5 DE OCTUBRE

Versículo a memorizar: Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28 (NVI).

Introducción: La Biblia “no” dice que Dios hará que todo suceda como nosotros queremos o que todo siempre va ser un final feliz. Dice que Dios tiene el control y que nos ama, que Él no se equivoca, que de todo lo que nos pasa (enfermedad, deudas, muerte, dolor), Él producirá algo bueno y que todos los acontecimientos de nuestra vida obrarán juntos para que su plan se cumpla. El propósito de Dios está por encima de nuestros problemas, de nuestro dolor o incluso de nuestro pecado. Debemos asegurarnos que somos hijos de Dios para que esto nos ocurra.

Preguntas de interacción:
• ¿A qué se refiere la Biblia cuando dice que Dios dispone todas las cosas pera el bien de quienes lo aman?
• ¿Qué usa Dios para hacernos crecer?

I. DIOS USA LAS CRISIS PARA CREZCAMOS EN FE Y CONFIANZA. 2 Corintios 4:17
Ilustración: Somos como joyas talladas con el martillo y el cincel de la adversidad. Si el martillo de un joyero no tiene la fuerza suficiente para limar nuestras asperezas, Dios usará su mazo. Si realmente somos tercos, utilizará un taladro. Empleará cualquier cosa que tenga que usar para que crezcamos en fe y confianza.

a. Dios tiene un propósito detrás de cada crisis. Él se vale de las circunstancias para desarrollar nuestro carácter y nuestra fe.
b. Dios usa las crisis para acercarnos a Él. La adoración y las oraciones más profundas probablemente ocurran en los días más oscuros, cuando ya no tenemos opciones, y sólo nos queda recurrir a Dios y confiar en él.
c. Los problemas nos obligan a mirar a Dios y a depender de Él más que de nosotros mismos.
d. Si estás enfrentando alguna crisis ahora mismo, no preguntes: “¿Por qué a mí?”. Pregunta en cambio: “¿Qué quieres que aprenda?” Después confía en Dios y sigue haciendo lo que es correcto.

II. DIOS USA LAS TENTACIONES PARA QUE CREZCAMOS EN OBEDIENCIA. Santiago 1:12
a. Cada tentación es una oportunidad para hacer el bien. Dios quiere usarla para tu desarrollo. Cada vez que escogemos hacer lo bueno en lugar de pecar, estamos madurando en el carácter de Cristo.
b. ¡Dios desarrolla el fruto del Espíritu en tu vida, cuando somos tentados, nos conduce a producir exactamente la cualidad contraria! Por ejemplo: Dios nos enseña a amar poniéndonos personas desagradables a nuestro alrededor.
c. La tentación siempre empieza en nuestra mente, no en las circunstancias. Satanás identifica un deseo dentro de nosotros, luego trata de conseguir que dudes de lo que Dios ha dicho sorbe el pecado: ¿Es realmente malo? Y nos engaña mintiéndonos o diciéndonos verdades a medias y termina con la desobediencia. Al final nos comportaremos de acuerdo con lo que estuvimos maquinando en la mente.
d. Las tentaciones nos mantienen dependiendo constantemente de Dios. Así como las raíces crecen más firmes cuando el viento arrecia contra un árbol, cada vez que resistes una tentación te asemejas más a Jesús. Cuando tropieces no pienses que es una fatalidad. En lugar de ceder o rendirte, mira a Dios, espera que Él te ayude, y recuerda la recompensa que te espera.

III. DIOS USA LAS OFENSAS Y HERIDAS PARA QUE CREZCAMOS EN EL PERDÓN. Mateo 6:12-15
a. Crecemos cuando otros nos hieren, nos fallan, nos critican. Nos ayuda a acercarnos más a Dios, y a entender que somos imperfectos.
b. En la oración del Padre nuestro una de las áreas a las que Cristo hace énfasis es al perdón, a través de el obtendremos paz, salud, y somos perdonados.
c. Hoy decídete a perdonar la ofensa, el error de otros, las palabras, las acciones o la falta de acción de una persona hacia tu vida, Hoy crece perdonando a tus ofensores.

Conclusión: Dios permite que atravesemos diferentes crisis para que crezcamos y seamos más como El. Hoy aprovecha la oportunidad para entregar tu vida a Cristo:

ORACIÓN DEL PECADOR
Señor Jesús reconozco que he pecado y que tú moriste por mí, hoy me arrepiento y te pido perdón. Te entrego mi vida y mi corazón para que seas mi Señor y mi Salvador, amén.

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