BOSQUEJO: EL CORAZÓN QUEBRANTADO

6 Aug , 2013 Outline

BOSQUEJO DE LA SEMANA DEL 29 DE JULIO AL 3 DE AGOSTO DEL 2013

DESCARGAR EN FORMATO PDF

EL CORAZON QUEBRANTADO
Sal 34:18 El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. (NVI).

Introducción: ¿Cuál es la diferencia entre un Corazón quebrantado y uno herido? Un corazón quebrantado se rinde y se humilla, un corazón herido se defiende, pelea por sus derechos, por tener la razón, no importando a quien ofenda, una persona herida esta resentida y amargada y le echa la culpa de sus problemas a los demás, un corazón quebrantado está dispuesto a perdonar, a ceder sus derechos, no está buscando su propio beneficio sino obedecer y agradar a Dios. Para tener un corazón quebrantado necesitamos dar respuesta a las siguientes preguntas:

I. ¿PARA QUÉ SIRVE EL QUEBRANTAMIENTO? (Propósito )
a. Para madurar nuestro carácter. A través de las crisis, de los momentos difíciles en los que parece que no tenemos escapatoria, buscamos de Dios y en esos momentos aquellas áreas que le impedían a Dios hacer su voluntad en nuestras vidas son quebrantadas como: el orgullo, el temor, la vanidad, la avaricia, el resentimiento.
b. Transformarnos para cumplir su voluntad: Isaías 57:15. Dios quiere transformar nuestro corazón. Cuando nosotros nos acomodamos va a llegar un momento en el que algo nos va a desacomodar. Ejemplo: si estamos muy confiados con el trabajo y nos alejamos de Dios, de repente puede que ya no haya trabajo.
c. Acercarnos a Dios: Cuando estamos quebrantados entonces es cuando clamamos a Dios. Cuando nos falta el trabajo, cuando estamos enfermos, cuando las cosas no van bien en el matrimonio o con los hijos.

II. ¿CUÁLES SON LAS SEÑALES DE UN CORAZÓN QUEBRANTADO?
a. Cuando no tenemos otra alternativa aparte de Dios.
b. No nos resistimos al cambio.
c. No nos importa cuando nos critican.
d. Estamos listos para rendirnos. No necesitamos que Dios use las crisis para servirle, para buscarle, para obedecerle.

III. ¿QUÉ SIGNIFICA RENDIRSE?: Luc. 9:23….
a. Rendirse es: «Ceder a…., Morir a….., Negarse a sí mismo.
b. Es entregar el control que tenemos frente alguna situación
c. Significa ceder y entrega el control de nuestra vida a Dios
d. El quebrantado se rinde a Dios sin reservas. Sin excusas de trabajo, tiempo, problemas, etc.
e. El quebrantado cumple con el propósito de Dios en su vida: se atreve a prestar su casa por 6 semanas, integrarse a una CDP y asistir a la iglesia durante la campaña de crecimiento espiritual.

IV. ¿CÓMO NOS RENDIMOS?
a. Dándole a Dios más de nosotros: aprovechando este tiempo de campaña para: leer el libro “¿Para qué estoy en esta tierra?”, asistiendo a mi CDP y a la iglesia fielmente durante las 6 semanas de campaña, ofreciendo mi casa para que se predique la palabra, etc. ¿Qué le puedes dar a Dios en este tiempo?
b. Teniendo pasión por obedecer a Dios. Estar dispuestos a dejar esa relación, esa práctica o mal hábito, ese mal carácter que daña a otros, estar dispuestos a perdonar y dejar el pasado atrás, etc.
c. Adorando: Expresándole a Dios el acto de sumisión desde un corazón quebrantado, donde le reconocemos como Señor digno de ser alabado, donde podemos humillarnos frente a su presencia, levantando las manos, llorando y rindiendo nuestro ser.
d. Rindiendo nuestros derechos, y recibiendo los derechos de Dios. Cuando dejamos de pelear con todos por aquello que consideramos nos pertenece o son nuestros derechos.
e. Rendirnos en su gracia. Fil. 2:13. Entendiendo que recibimos perdón y somos levantados por su amor y por su misericordia.

Conclusión: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes o los que deciden obedecer. ¿Qué te está pidiendo Dios en este tiempo? ¿Estás dispuesto a obedecer con un corazón quebrantado? O ¿prefieres pasar el dolor de la crisis? Hoy es tu oportunidad de mostrar rendición entregando tu vida a Jesucristo haciendo de corazón la siguiente oración:

ORACIÓN DEL PECADOR
Señor Jesús reconozco que he pecado y que tú moriste por mí, hoy me arrepiento y te pido perdón. Te entrego mi vida y mi corazón para que seas mi Señor y mi Salvador, amén.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *